lunes, 23 de mayo de 2011

La panamericana chilena

     Este email corresponde al día 9 de mayo, según mis anotaciones. La panamericana es una autovía que atraviesa toda América de norte a sur. Llega desde la punta sur de sudamérica hasta el norte de Alaska y el estrecho de Bering. Tras dos semanas de estancia en Santiago de Chile y conseguir la furgoneta ya tocó salir a la carretera. La panamericana chilena solo seria otra carretera más si no fuese por las maravillas que la rodean a ambos lados.


     En un trayecto de aproximadamente 1800 km, desde Santiago de Chile hasta Arica, en la frontera norte con Perú, hemos conocido playas perdidas, llenas de aves protegidas en peligro de extinción y colonias de focas durmiendo en las calas; más de 500 kilómetros de desierto y montañas gigantes que obligan a la ruta a hacer recorridos caprichosos a su alrededor, pero que también regalan una vista espectacular del cielo por la noche. Las estrellas se te echan encima y la vía láctea te deja un buen rato himnotizado mirando hacia arriba. 


     Paisajes cambiantes cada pocos kilómetros según la latitud y la longitud. Nada en muchísimos kilómetros a la redonda. Los Vilos, Copiapó, Antofagasta, Iquique y, finalmente Arica. Ciudades "oasis" en medio del desierto gigante que nos sirvieron de paradero para trabajar la música y dormir cuando no lo hacíamos en medio de la nada.


     Una vez llegamos a Arica hemos decidido dejar a la cacharra en un taller especializado en Volkswagen Combi para ponerla a punto. Dejarla descansar ahí y coger un bus hasta Arequipa (Perú) y después hacia Lima para llegar a tiempo a la boda de Joselito. Cosa que aun no teníamos nada clara, ya que la boda era un día antes de lo que pensábamos y Lima estabna más lejos de lo que pensábamos.

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